En estos misterios gozosos encontramos que María Santísima recibe la gracia de vivir los momentos de la concepción de Nuestro Salvador.
“Por eso el Concilio de Efeso proclamó en el año 431 que María llegó a ser con toda verdad Madre de Dios mediante la concepción humana del Hijo de Dios en su seno:
Madre de Dios, no porque el Verbo de Dios haya tomado de ella su naturaleza divina, sino porque es de ella, de quien tiene el cuerpo sagrado dotado de un alma racional, unido a la persona del Verbo, de quien se dice que el Verbo nació según la carne.
Catecismo de la Iglesia Católica 466
1. La anunciación del Ángel a María Santísima
El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien podrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre. Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra. Y el ángel, dejándola, se fue”.
Lucas 1, 30-32. 38
2. La Visita de María a su prima Santa Isabel
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamó con gran voz, dijo: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno y ¿de dónde a mi que la madre de mi Señor venga a mí?.
Lucas 1, 39-43
3. El Nacimiento de Jesús en el portal de Belén
Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento. Había en la misma comarca algunos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el Ángel del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor. El ángel les dijo: No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor.
Lucas 2, 6-11
4. La presentación de Jesús en el Templo
Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor; todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que dice en la Ley del Señor. Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón: este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo.
Lucas 2, 22-25
5. Jesús, perdido y hallado en el Templo
Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús quedó en Jerusalén, sin saber sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaba entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. Y sucedió que al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.
Lucas 2, 41-47
Bendita sea tu Virgen Santísima que nos dice “Hagan lo que él os diga”, por eso al anunciar cada uno de los misterios del santo rosario estamos tomando el evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, donde aprendemos de su palabra que es vida eterna y nos lleva a la santidad.
Por Luxandra Pineda Galindo
Comunidad María Reina de la Paz