Esta reflexión pretende visibilizar la importancia de la Nueva Evangelización aplicada en comunidades y grupos pastorales.
Es desde las comunidades de donde deben empezar a darse los aportes necesarios para una formación más incluyente. Esto no solo para un entendimiento, sino a la construcción de unos caminos, que logren el objetivo primordial de la Iglesia que no es otro que el mensaje claro y preciso del Evangelio.
En una sociedad en donde el desarrollo social, cultural, económico, político y tecnológico es determinante. No sólo en su comportamiento y visión del mundo, sino además en su espiritualidad y relación con Dios.
Esta relación primaria y fundamental llevará al hombre a vivir la experiencia de la Nueva Evangelización individual y comunitariamente. Luego para poder clarificar qué es y por qué surge la Nueva Evangelización y su objetivo dentro de la Iglesia y frente a las comunidades.
En el sentir del beato Juan XXIII
Últimamente se viene hablando del término de Nueva Evangelización, pero antes de intentar realizar alguna labor de tipo comunitario, es importante precisamente clarificar qué es, por qué surge y el objetivo que debe cumplir tanto dentro de la Iglesia como frente a las comunidades.
A pesar de que la terminología está siendo usada con mayor frecuencia y en diferentes ámbitos eclesiales y pastorales, se debe tener presente que es mucho más que un concepto.
También es una inquietud de tipo no solo documental sino de ejecución y de interacción manifestada por la Iglesia, hace ya unos 50 años en el marco del Concilio Vaticano II.
Pero es sólo hasta hace muy poco, que ha adquirido un impulso y un interés por implementar su praxis dentro de las dinámicas generales y particulares de la Iglesia[1].
[1] Notas académicas de Amparo Duarte, estudiante del Programa de Ciencias Bíblicas del IBPL – UNIMINUTO
Por eso el Papa Juan XXIII hace precisamente un llamado, a ver la manera en que está interactuando el mundo con Dios. Para luego llegar a un entendimiento y unos caminos que logren el objetivo primordial de la Iglesia que no es otro que la vivencia del y desde el Evangelio.
No se puede ser indiferente ante el hecho de que el desarrollo social, cultural, económico, político y tecnológico que tienen los pueblos es determinante en su comportamiento y en la visión que puedan tener del mundo. Lo que a la vez de una u otra manera marca la percepción que se tiene del mismo y por ende la percepción de su espiritualidad y de su relación con Dios.
La gran propuesta de San Juan Pablo II
Para Juan Pablo II fue de gran importancia proponer como medio y camino a seguir en la pastoral de la Iglesia una Nueva Evangelización, en la cual era importante el compromiso no solo del clero sino también de los creyentes.
En 1983 lo direcciona inicialmente a Latinoamérica, en su viaje a Centroamérica en la asamblea del CELAM en Haití. Más tarde en 1989 se empieza a dirigir a Europa.
La Nueva Evangelización no pretende crear fórmulas ni planteamientos que desvirtúen o den un direccionamiento equivocado al sentido mismo de la acción reveladora de Jesucristo. Todo lo contrario, si bien es cierto que la idea es que encontremos nuevas dinámicas orientadas al mundo; también es cierto que debe hacerse manteniendo vivo a ese Jesucristo crucificado, testimoniado y vivido.
Cuantos reciben el evangelio se hacen misioneros, para que la alegría que se les ha comunicado y que ha transformado su vida pueda también permitir a los demás encontrar la misma fuente de amor y de salvación.
Fisichella. La Nueva Evangelización 2012, p. 23
Algo que debe ser claro dentro de los diferentes ámbitos tanto eclesiales como pastorales, es que cuando se habla de Nueva Evangelización no se está hablando de un nuevo Evangelio. Es necesario recordarlo para no caer en el error de desvirtuar el Evangelio mismo.
Si se tiene esta premisa como punto de partida, va a ser posible generar una conciencia de participación en comunidad. Esto para que desde el marco de la Nueva Evangelización se dé la apertura individual y comunitaria necesaria para ser constructores de sociedad.
El desafío hoy
Finalmente, y como he dicho, de lo que se trata es de mantener fiel el mensaje primordial de Jesucristo, en una sociedad que ha sido contaminada con el ritmo acelerado al que se desarrolla llevando al ser humano al límite.
Es en medio de esta sociedad que se pretende recuperar ese mensaje de alegría, de amor y de esperanza que ha sido, es y será Jesús hecho Evangelio de vida.
Para lograr esto, es necesario tener una apertura y convicción frente al hecho mismo de salvación y actuar de Dios en la historia del hombre. Es desde ese actuar en la historia del hombre desde donde se hace evidente, que la experiencia de Jesús y del Evangelio no puede tomarse con un sentido individualista, sino que debe desarrollarse en comunidad.
Es dentro de la comunidad donde se acrecienta la vivencia y como se logra darle sentido al discipulado al que está llamado todo creyente.
Por P. Gonzalo Gómez, eudista.