Cuando hablamos del amor decimos ¿Qué es el amor?, El AMOR, es un componente importante para la vida humana. Una vida sin amor, es una vida solitaria sin sentido y sin un camino. Dios nos ha creado por amor y para amarnos los unos a los otros. La castidad te lleva al encuentro con el verdadero amor.
El amor de verdad es el único que nos da esa felicidad, por lo tanto hay muchas personas que cuando hablan de amor; significa conversar de amor carnal, de besos y abrazos; pero el verdadero amor que da felicidad, es ese amor espiritual, que no ocupa el cuerpo si no también en el alma.
Un amor que no es solo manifestándose en la parte corporal, pero puede darse, aunque esta intimidad sexual dice sólo ser permitida en la parejas con el sacramento del matrimonio.
En este artículo queremos hablarle un poco a los jóvenes y a los que no son tan jóvenes sobre la castidad que puede darse en una vida consagrada que es entregada en ese amor verdadero que si es posible, donde Jesús nos ayuda con su gracia; porque es posible disfrutar la alegría de amar, con pureza y castidad, (libro: LA ALEGRÍA DE AMAR: La gloria de la castidad, 2004).
Amor verdadero vs. amor carnal
Muchas personas confunden el amor verdadero con el amor carnal, que sólo busca la satisfacción del cuerpo. El amor verdadero, es un amor que viene de Dios y es espiritual, el cual es un regalo de Dios donde ese amor es la vida de Dios dentro de nuestra alma. El que ama, siempre quiere el bien de la persona amada y procura siempre hacerla feliz. Por eso, es capaz de sufrir por ella. Por lo cual esa medida del amor es la capacidad de sufrir por la persona que amamos.
San Pablo nos dice:
El amor es paciente y servicial. No es envidioso, no presume ni se engríe, no se irrita, no busca el propio interés, no se alegra de la injusticia, sino que se alegra con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor es eterno
1 Corintios 13, 4-8
Este versículo define claramente lo que es y lo que no es. El amor se expresa con acciones concretas: la paciencia, la bondad, la falta de orgullo… El que ama busca el bienestar de los demás, no sólo en el propio y donde el mejor ejemplo del verdadero amor lo tenemos en Jesús.
Ahora, para entender el tema de la castidad, solemos siempre confundir pureza con castidad y son algo totalmente distintas tanto en el ayuno que hacemos con nuestro cuerpo o en ese abandono sexual. Entonces para entenderlas mejor empezamos con la castidad
¿Qué es la castidad?
Es esa virtud que promueve un uso ordenado de la sexualidad, no solamente en lo genital si no en el amor personal, sea en la castidad de soltero, matrimonial o dentro de una vida consagrada.
Cuando cumplimos con ese “requisito” que es importante aplicarlo, llevarlo día a día en nuestro vivir pero teniendo en cuenta el amor que nos da nuestro Señor para poder llenar ese requisito en nosotros, ese camino de integridad en nosotros mismo, que cuando caminamos con el de la mano firmemente, nos lleva a un punto de armonía, equilibrio, amor y control de uno mismo. Por eso, solo los que tienen fuerza de voluntad puedes conseguirla.
Mucha gente cuando piensa que hablar de castidad es renunciar al sexo y así no es. Para las personas casadas, la castidad es un uso ordenado y amoroso del sexo, evitando claramente cualquier infidelidad. Por tal motivo en los tiempos de hoy en donde la ubicuidad del sexo y esa exaltación de ello es muy importante, y siempre teniendo claro un concepto elevado de la belleza de la castidad y de esa fuerza de irradiación. La castidad es una gran virtud al que el ser humano se hace honor y se capacita para un amor verdadero, desprendido y respetuoso.
La castidad exige oración y sacrificio
Para conseguir la castidad hace falta oración y sacrificio, pero siempre vale la pena. Si eres joven o no, y piensas hacia un futuro de como sería tú matrimonio, piensas en esa persona que llegará ser tu esposo o esposa , pues comienza desde HOY a construir primero un noviazgo lleno de amor, dialogo y mucho respeto. También un matrimonio feliz en el que el día de mañana tus hijos se sientan orgulloso de sus padres y sean un modelo de familia para ellos.
El Papa Juan Pablo II les decía a los jóvenes:
Queridos jóvenes, orad mucho y, si es necesario, sed decididos en ir contra corriente de las opiniones que circulan y de los slogans propagandísticos. No tengáis miedo del amor, que presenta exigencias precisas al hombre. Estas exigencias son capaces de convertir vuestro amor en un amor verdadero
Carta apostólica en el año internacional de la juventud 1985
Castidad un encuentro de amor
Recuerda siempre que la castidad fomenta la plenitud del amor, vive tu castidad de acuerdo a tu estado, y siempre siente esa alegría de ser puro en palabras, cuerpo, alma y espíritu (libro: LA ALEGRÍA DE AMAR: La gloria de la castidad, 2004) y no olvides como lo dijo San Bernardo:
La castidad sin amor, no tiene valor, es como una lampara sin aceite. ¡Decídete a tener un encuentro con el verdadero amor!
Karla Alejandra Cutiva
Comunidad María Reina de la Paz