¿Te preocupa si estás solter@? ¿Has visto personas que no pueden estar solas y cada semana están con una pareja diferente o se la pasan demasiado tiempo buscando en redes sociales a quien enamorar? Recuerda que la soltería también es una opción de vida.
Es posible que no se haya aprendido a estar sol@
Algunos piensan que ser soltero significa disfrutar del sexo abiertamente, sin tener que rendir cuentas a nadie. A las mujeres después de cierta edad nos dicen “quedadas”, en cambio a un hombre soltero lo juzgan menos, de hecho la edad juega a favor porque adicionalmente tiene mayores posibilidades de desarrollo personal, lo cual lo hace más codiciado.
El miedo a estar solos, a no perder la pareja o a pensar que la soltería se prolongará demasiado tiempo, nos lleva a elegir mal, a aguantar malos tratos, celos y comportamientos que NO demuestran AMOR, también a andar pasando de relación en relación sin encontrar algo verdaderamente auténtico.
Permanecer a lado de una persona por años, no quiere decir que sea una relación maravillosa, ni que vivan algo así como: “el amor de su vida”.
El sentirse completos no depende de una persona o compañía. Dios ya nos ha hecho completos, únicos, autónomos e inteligentes
Si somos capaces de disfrutar nuestra soledad, podemos elegir buenos compañeros, tener relaciones amorosas, constructivas y felices o poner fin a situaciones de maltrato en la pareja.
Poder disfrutar nuestra condición de estar solter@, no sentir pena de nuestro estado civil y no dejar de asistir a alguna reunión o evento social sólo porque no tengamos con quien ir, hace parte de un gran inicio.
Si nos encontramos en constante búsqueda de una compañía, dejamos a un lado nuestros logros y deseos relacionados con otras áreas de desarrollo personal.
Así que amig@ solter@ a disfrutar la soledad, a estudiar y realizarse profesionalmente, leer, tocar guitarra, correr, nadar, hacer deporte, ir al cine, pasar más tiempo con la familia y amigos, son cosas que no tienen precio. ¡Así que bienvenida la soltería como opción de vida!
Por Cristina Sierra