“Evita que te desprecien por ser joven” 1 Timoteo 4:12-14. Estamos en un momento donde vivimos en los extremos, desprecian al viejo, una parte vital de la historia de los pueblos y desprecian al joven, que es el presente y el futuro de los acontecimientos. Jóvenes ¡Hagamos lío!
Tú eres una parte trascendental en la historia actual. Cuidémonos y salgamos de las orillas, de esos extremos, de esa jaula donde nos metieron y vamos al centro.
¡Asume tus responsabilidades! Estas no solo son estudiar, trabajar si es que nos corresponde hacerlo y/o cumplir con un monto de dinero o con un bien material.
Responsabilidad sin límites
Tu responsabilidad va más allá de eso, la mayor responsabilidad aparte de ti mismo es tu actitud. La actitud que tengas en este mundo que nos lleva, que nos arrastra quien sabe para donde, pero que ahí vamos. ¡No tengamos miedo de ser lo que somos! Soltemos, rompamos eso que nos imponen.
¡No nos dejemos excluir! Tu eres un ser hecho a imagen y semejanza de Dios, no eres un juguete de los medios, del gobierno ni de la sociedad. Ante los problemas actuales del país. ¿Cuál es tu propuesta?, ¿Cuál es tu opinión?
¡Joven! Ten un juicio crítico, ¡Manifiesta tu propuesta! Da soluciones audaces compatibles con la fe. ¡No permitas que excluyan tu opinión! ¡Tu voz también es importante!
Construyamos un nuevo mundo
Nos están construyendo un mundo sin Dios, pero ese mundo caerá sobre el hombre con terribles consecuencias.
¿Tienes sed de vida? ¿Entonces? Busquemos no sólo al que da la vida si no a quien es la vida misma… ¡Busquemos a Jesús!, Él es el camino, Él es la verdad y la Vida.
No dejemos disolver el bello mundo en que crecimos por tontas y vacías modas y corrientes que nos llevan solo a una felicidad momentánea. ¡Juntos somos más! Hagamos la diferencia.
Un día seremos juzgados por las nuevas generaciones y escucharemos la voz de Jesús diciendo:
Todo lo que no hicieron por una de estas personas más humildes, tampoco por Mi lo hicieron.
Mateo 25, 45
Tu tiempo es ¡Ahora!
No esperes más tiempo, reconozcamos nuestra necesidad espiritual pues el reino de Dios nos pertenece.
Recuerda: Todo hombre que lo es en verdad, sabe quedarse sólo en medio de todos, pensar por todos e incluso contra todos. Busquemos la paz y seremos llamados hijos de Dios.
¡Ánimo! ¡Dios está de nuestra parte! Jóvenes ¡Hagamos lío!
Por Germán Velásquez
Comunidad María Reina de la Paz