Imagen de la Virgen María feliz con el niño JesúsLa Virgen Santísima nos invita a consumar el divino misterio de Amor para transformar nuestro corazón y conformarlo al de Nuestro Señor Jesucristo, dejándonos llevar de la fuerza y la gracia del Espíritu Santo que impulsa nuestro corazón a vivir en el verdadero arraigamiento del amor de Cristo hacia el próximo.

La Virgen María nos invita a consumar el divino misterio de Amor para transformar nuestro corazón y conformarlo al de Nuestro Señor Jesucristo,  dejándonos llevar de la fuerza y la gracia del Espíritu Santo que impulsa nuestro corazón a vivir en el verdadero arraigamiento del amor de Jesús hacia el próximo.

El amor de Jesús nos lleva a contemplarlo en la Cruz, aquí encontramos su presencia misteriosa en la Eucaristía, entregando su amor  por medio de nosotros.

Para que sus corazones reciban ánimo y unidos íntimamente en el amor; alcancen en toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios

Colosenses 2, 2

En el amor de María, nos unimos a sus dolores

Hallar el amor de María es unirnos a los santísimos dolores que Ella vivió en la dolorosa pasión de su amadísimo Hijo. Con sus miradas, sus corazones fueron traspasados en el amor verdadero tan grande que nos tienen. Este es el único amor que ha existido ayer, hoy y siempre.

Para nosotros es tan difícil preguntarnos y respondernos: ¿Qué significa para mí la palabra amor? Reflexionemos mirándonos desde nuestro interior ¿Me he dejado amar de Dios? ¿He dejado que Él traspase su mirada en mi corazón? O sólo me he quedado en el sufrimiento, en el dolor, en el pasado donde solo he puesto la confianza en mis fuerzas que son mis debilidades.

El Dios de toda gracia, el que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después de breves sufrimientos, os lo restablecerá, afianzará, robustecerá, y os consolidará

1 Pedro 5, 10

Vemos aquí que el amor de Jesús y María es tan grande que nosotros siendo sus hijos desde el bautizo; no hemos dispuesto nuestro corazón para que la gracia del Amor sea el deleite de mi vida que me lleva a la salvación.

María nos lleva a buscar el verdadero vino

Nadie nos podrá separar del amor de María. Ella tiene por frutos el gozo, la paz y la misericordia de su Hijo, que a través de su intercesión nos acoge en su seno inmaculado. Porque ella lo que quiere es que nunca nos falte el vino del amor para que seamos salvos.

Que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que arraigados y cimentados en el amor; podáis comprender con todos los santos cual es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento, para que os vayáis llenando hasta la total plenitud de Dios

Efesios 3, 17-19

El amor de María nos lleva a contemplar todas sus virtudes. Ella en el momento de la anunciación queda llena del Espíritu Santo, portadora de los dones desde sus entrañas inmaculadas, es un camino abierto que debemos acoger en el amor de María para llegar a Cristo Jesús.

La enseñanza que nos deja la Virgen María, es hacernos ver su amor que es el mismo amor de Cristo. Amor que no debemos negar la presencia materna de María; cuando nos acepta como sus hijos y nosotros la recibimos en nuestra casa, la casa de nuestro corazón. No dejemos de amarnos los unos a los otros como Cristo nos ama por los siglos de los siglos.

Por Luxandra Pineda Galindo

Comunidad María Reina de la Paz

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