Se nos hincha de felicidad al oírlos, y pensamos: qué bello el papel de abuelos: experiencia, sabiduría y sobretodo un inmenso amor por nuestros nietos. La corona de los ancianos son sus nietos; El orgullo de los hijos son sus padres. (Proverbios 17,6). ¿Cuándo los abuelos se volvieron invisibles?
¡Abue! ¡Mami! ¡Papi! ¡Tita! ¡Nona! Todos los adjetivos son hermosos cuando te refieres, al abuelo o a la abuela y el corazón.
Siempre la dicha del abuelo, es ese salir con sus nietos, caminar con ellos, compartir, gozar con cada carcajada, reír con ese cuento que se inventó aunque no se entendió, alcahuetear una que otra pilatuna y responder las preguntas, que ellos asumen, el abuelo tiene la respuesta.
En días pasados mi nieto de cuatro (4) años, se acerca y me dice: ¡Mami, estoy furioso con mi papi! Refiriéndose al abuelo. ¿Por qué mi amor? Le pregunté, y dice: ¡Porque se fue y no ha vuelto! ¡No sé donde está!
Le expliqué que estaba en un sitio hermoso, compartiendo con Papito Dios. Que algún día íbamos a estar juntos con él en el cielo. Creo que se tranquilizó, sólo por que la abue se lo dijo.
No desprecies las tradiciones de los ancianos, las cuales ellos oyeron de sus padres. Porque de ellos aprenderás a ser sensato y a responder bien cuando haga falta.
Eclesiástico 8, 9
¿Cuando los abuelos se volvieron invisibles?
Pero ahora preguntémonos: ¿En qué momento y por qué, llega el día en que ese abuelo se vuelve invisible? Dejamos de dar ese abrazo que tan feliz los hace. Se convirtió en ese mueble más que cada rato hay que cambiar de lugar, porque está estorbando o porque aquí no va con la decoración.
Comienza a aparecer en nosotros los signos de la vejez, y tú a ser menos importante. ¡Por que todo lo olvidas! ¡Por Camina más rápido! ¡Todo te hace daño! ¿Por que hay que dejar de hacer un programa trazado? Pues hay que llevar a la abuela al médico y no se sabe cuánto puede demorar.
Empiezan a pensar en qué lugar estará mejor la abuela o el abuelo ¿Acaso en un ancianato? ¿Acaso en esa alcobita pequeña que tenemos en el patio donde no incomode a nadie? Porque si es cierto, que la casa es bien grande, pero los muchachos tienen cada uno su alcoba. Seguramente llena de aparatos tecnológicos y les molestaría reducir su espacio para dar paso al abuelo.
Debemos dar el gran valor a nuestros seres queridos
Y entonces, ¿Dónde quedó ese hermoso ser al que Dios bendijo y permitió que te llevara en su vientre? Luego nacieras y te diera tanto amor, que pasaba las noches en vela cuando tu enfermabas, se alegraba con tus triunfos y se entristecía con tus derrotas, curaba hasta tus heridas de amor con mas amor y lo más importante, te enseñó a orar, a bendecir todo lo que haces, a poner en manos de Dios todos tus proyectos.
Recuerda: cada arruga, cada cana, cada dolor de ese hermoso anciano que hoy te estorba, ha sido por amor a ti, es un niño que quiere consentir y sentirse consentido, es un ser humano que quiere que cuenten con él, es esa persona que si vive sola espera de ti una llamada por lo menos, es tan sensible que con que tu saques ese ratito, la visites unos minuticos, se llena de felicidad.
No esperes a que ya no esté, para llevarle flores, o que se encuentre en una clínica para visitarlo, que pierda la noción del tiempo y el espacio para querer tener una conversación, llénalo de amor, de mimos, de atenciones, que a él le queda poco tiempo para agradecértelo, mas adelante Dios Padre te devolverá esas mismas cosas multiplicadas en tus propios hijos y nietos.
Por María del Carmen Rodríguez Arias
Comunidad María Reina de la Paz