“Muéstrate siempre alegre, pero que tu sonrisa sea sincera” Hermosa frase de San Juan Bosco que nos invita a que nuestra alegría refleje lo que guarda nuestro corazón y te mostramos en breve 3 tips para lograrlo.
En días pasados, una situación familiar me tenía muy preocupada, en donde deben tomarse varias decisiones para salir adelante. Me maquinaba tanto la cabeza, que llegó mi cumpleaños y no le dí la importancia que debía darle.
Mi familia hizo este año y en medio de las particularidades de este tiempo una fecha especial que, aunque sorprendida por sus detalles. Mostraba alegría, pero la tristeza invadía mi corazón y no pude disfrutarlo al máximo como me hubiera gustado.
Frente a ello, estuve reflexionando si esta actitud debía ser acorde a mi fe y llegué a tres conclusiones para llevarlo de la mejor manera y estar alegre en medio de la adversidad reflejando lo que llevo por dentro.
1. ¿Quieres ser feliz? ¡Expresa lo que sientes!
También tienes derecho a no estar alegre siempre. Parte de nuestra coherencia de vida es expresar lo que somos. Busca ayuda en aquel amigo que te puede dar un buen consejo de vida y en especial te pueda escuchar. Esto te permitirá a que exteriorices aquello que no te hace feliz y colocando todo sobre la mesa, también puedas encontrar soluciones.
Escucha el consejo, acoge la corrección, para llegar, por fin, a ser sabio. Muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo el plan de Yahveh se realiza.
Proverbios 19, 20-21
2. Descarga tus tristezas en la oración
Jesús en su Palabra nos invita a entregarle nuestras cargas y angustias y dejarnos llenar de Él. Ello nos permitirá estar más tranquilos y tener la certeza que El nos va a ayudar a tomar las mejores decisiones.
Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.
Mateo 11, 28-30
3. Disfruta las pequeñas cosas de la vida
El Señor te ama tanto, que todos los días busca la forma de mostrártelo: cuando sale el Sol y te calienta en medio del frío, cuando recibes la llamada de un amigo o tu ser querido, en el beso de tus hijos diciéndote cuando te aman, en la sonrisa de un desconocido o cuando volteas a mirar ese crucifijo y El te muestra lo que siente por ti.
Ese hombre pudo haber vivido dos mil años, pero ¿de qué le serviría si no conoció la felicidad? Bien se puede decir que todo va al mismo lugar.
Eclesiastés 6, 6
Estos tips me ayudaron a que mi alegría sea auténtica, aunque no sea plena y así poder aumentarla cada día. No te dejes robar la alegría y que ella sea fiel reflejo de lo que llevas en el corazón.
Ana Yanneth González Sáenz
Comunidad María Reina de la Paz
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