Cada día me pregunto ¿porque las parejas deciden vivir en unión libre? y tome la decisión de preguntárselos. Hablé con algunas parejas que viven así y otras que en algún tiempo estuvieron viviendo de esta manera.
Pude observar un común denominador en todas. Es el miedo al compromiso. Este se puede ver reflejado no solo en el estar con su pareja y querer compartir su vida con ella. También involucra el miedo financiero, el no poder a futuro sostener su familia, el miedo emocional, no tener la seguridad de querer compartir el resto de su vida con aquella persona.
Al escuchar esto, en lugar de contestar mi pregunta, me surgieron más dudas: ¿Acaso las parejas que deciden vivir en “unión libre” no se adquieren compromisos económicos? ¿el hecho de vivir en “unión libre” no deben compartir su vida con esta persona?
Estas inquietudes también las transmití a estas parejas y sus respuestas fueron: “Lo que sucede es que estamos probando”, “nos sentimos con mayor libertad sin estar casados”, “para que casarse si es lo mismo”, “el anillo pesa y da más miedo fracasar”, “ yo si quiero casarme pero mi pareja no quiere comprometerse”, “las parejas se separan cuando se casan”, entre otros.
Escuchando todas estas experiencias y el sentir de estas parejas, pude analizar algunos mitos y falsos juicios que tienen las personas con respecto al matrimonio. Desde mi punto de vista de mujer casada, puedo decir que es la mejor vocación que Dios ha puesto en mi vida y mi esposo el mejor regalo que me dio.
Antes de mi esposo tuve diferentes parejas y la razón por la cual decidí NO vivir en unión libre, es porque considero que nadie debe probar con mi vida ni yo tampoco con la vida de nadie. Decidí que mi matrimonio sería para siempre y aunque tengamos las dificultades del día a día, ésta se debe fortalecer con el apoyo mutuo.
Siempre estuve completamente convencida que la persona con la que decidiera compartir mi vida debería estar comprometida para siempre con DIOS y conmigo.
¿Entonces que prefieres tú? ¿Aceptar esta condición egoísta y cómoda donde solo piensas en el YO, o por el afán de no estar solo(a)?
Aceptar este estilo de vida compromete no solo tu estabilidad emocional, es querer despertar todos los días sin saber hacia dónde va esa relación o qué futuro pueden construir juntos, por el simple hecho de pensar que ante cualquier dificultad es más fácil salir corriendo, por lo cual es importante tomar decisiones y dar un sentido certero a tu vida.
Cuando decidas compartir tu vida con alguien que sea por amor y con la bendición de Dios. ¡No te pierdas la gracia que el Señor nos da, para ser felices!
En el amor no hay temor. El amor perfecto echa fuera el temor, pues hay temor donde hay castigo. Quien teme, no conoce el amor perfecto
1 Juan 4, 18